El jueves, UBS ofreció su opinión sobre el tercer anuncio presupuestario del Tesorero Federal australiano, Jim Chalmers, que registró un superávit de 9.300 millones de dólares australianos por segundo año consecutivo.
A pesar de este resultado positivo, UBS destacó un déficit previsto de 28.300 millones de dólares australianos para el ejercicio fiscal 2024-25, una cifra superior a las previsiones anteriores del Tesoro.
La empresa señaló que la previsión de déficit para 2024-25 podría basarse en hipótesis excesivamente conservadoras sobre los precios de las materias primas.
UBS sugiere que es probable que los precios de las materias primas se mantengan más altos de lo previsto, lo que podría dar lugar a revisiones fiscales al alza en el futuro. Estas perspectivas se basan en los detalles que figuran en las notas a pie de página del documento presupuestario.
A la luz de los detalles del presupuesto, UBS confirmó que sus expectativas para la política monetaria del Banco de la Reserva de Australia (RBA) se mantienen sin cambios. Siguen previendo un recorte de 25 puntos básicos en el tipo de efectivo en febrero de 2025.
Además, UBS prevé que el dólar australiano mantenga su rango de cotización más alto frente al dólar estadounidense, fluctuando entre 0,65 y 0,675.
El superávit presupuestario logrado este año contrasta con el déficit previsto para el próximo ejercicio. Este cambio refleja el dinamismo del panorama económico australiano y los retos que pueden plantearse a medio plazo. El análisis de UBS sugiere que las implicaciones del presupuesto se han tenido muy en cuenta y no han alterado sus previsiones económicas a largo plazo para Australia.
El comentario de UBS ofrece una perspectiva centrada en la situación fiscal de Australia, sin insinuar tendencias económicas más amplias o repercusiones en todo el sector. Las proyecciones de la firma son específicas de su análisis de los precios de las materias primas y de las acciones previstas del RBA, teniendo en cuenta los últimos detalles del presupuesto federal.
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