Madrid, 14 may (.).- La defensa de la exsecretaria de Rodrigo Rato, Teresa Arellano, ha rechazado en el juicio por el origen de la fortuna del exbanquero el argumento de la Fiscalía de que ella fuera "una de las tres personas de confianza" del exvicepresidente del Gobierno que le ayudó "a canalizar astillas (comisiones)".
En la sesión del juicio celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Madrid han leído sus informes de conclusiones finales, además del abogado de Arellano, los de Alberto Portuondo y Miguel Ángel Montero, presuntos testaferros de Rato.
La Audiencia Provincial ha abordado, entre otras cuestiones, si los contratos publicitarios de Bankia (BME:BKIA) adjudicados a las agencias Zenith y Publicis durante el mandato de Rato se firmaron con la mediación de uno de los presuntos testaferros de Rato, Alberto Portuondo.
El contrato se elevó a 13,6 millones de euros, de los cuales Portuondo recibió una comisión de dos millones de euros, de los que el testaferro habría abonado más de 835.024 euros a Kradonara, considerada el epicentro del entramado societario de Rato.
La Fiscalía ha situado a Teresa Arellano como participante en esta adjudicación amañada, pero su abogado defensor ha asegurado que desde el comienzo de la instrucción, cuando se registró su domicilio, del que la Guardia Civil se llevó "incluso estampitas de su madre", hasta ahora, la acusación ha quedado en nada.
Apenas "tres párrafos", en los que se afirma que Rato "se sirvió de tres personas para canalizar "astillas" (comisiones)", pero no consta en relación con Arellano "dónde están las astillas y que relación tiene ella con eso".
Toda la acusación inicial desapareció, ha indicado el letrado, pero "había que mantener el castillo de naipes, y se mantuvo a Teresa en la acusación", pretendiendo que "mandaba más que los directores generales o los presidentes de las distintas comisiones del banco", cuando en realidad su trabajo se limitó a coordinar grupos de trabajo procedentes de las siete cajas que dieron lugar a Bankia.
En opinión de su defensa, la causa contra Arellano "se ha diluido como un azucarillo en el agua", ya que ella "no participa en el concurso de medios", y cuando se elige a las empresas para las campañas de publicidad "ella no comunica nada".
También ha criticado que Teresa Arellano lleva casi nueve años con sus cuentas y su pensión embargadas, "resistiendo a pleno pulmón" una imputación injusta.
En el mismo sentido se han manifestado las defensas de Miguel Ángel Montero y Alberto Portuondo, que han pedido la libre absolución para sus defendidos.
El abogado de Portuondo ha reprochado al ministerio público que a su defendido se le haya retratado durante toda la instrucción como alguien totalmente dependiente de los negocios de Rato, pese a no ser un "don nadie" y contar con una reconocida trayectoria profesional.